Si bien algunos tipos de lesiones se curan con una férula, la mayoría de las fracturas requieren un yeso. Un yeso es, básicamente, una gran venda dura que mantiene el hueso inmóvil durante el proceso de curación.
Colocar un yeso es un proceso relativamente sencillo. Primero, la zona lesionada se envuelve con varias capas de algodón suave. A continuación se envuelve el yeso o la fibra de vidrio alrededor de la primera capa blanda. La capa externa está húmeda pero se secará hasta formar una cubierta protectora dura.